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RELATO DE ANDREA HUISGEN. Intersante, entren.


Karliyos
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PARA QUE VEAN COMO SE EXPRESA ANDREA EN SU BLOG.

“Voy a subir!”

Ese fue el mensaje que transmití a mis padres mientras miraba el rascacielos de New York. Sabía que ahí arriba, se podía abrir la puerta a la esperanza de convertir esta terrible pesadilla, en el sueño que siempre había supuesto que este reinado sería para mi.

Todo empezó cuando tras una larga lucha conmigo misma, me impuse el reto de salir victoriosa de un concurso al que se dice que es sumamente banal, frívolo y vacío de contenido emocional e intelectual. Un concurso al que sectores de nuestra sociedad actual, declaran como sexista y con aliento añejo porque recuerdan tiempos donde la mujer era un mero objeto sexual.

Sin embargo, y a pesar de ser consciente de lo que todo ello podía significar para mi futuro, dejé colgados estudios en una universidad de élite y me dediqué en cuerpo y alma a prepararme para destacar entre las maravillosas candidatas que representaban la estética, la imagen, la dulzura, la simpatía, el buen gusto, el saber estar, el equilibrio al caminar por difíciles alturas y estrechos pasillos, el saber posar, el mantener el físico y la disciplina que conlleva el resistirse a no caer en dulces o saladas tentaciones; El ser armoniosa, íntegra, constante, inteligentemente preparada, saber elegir la mejor respuesta y la mejor sonrisa, ser fotogénica o dar bien en la televisión, tener la medida justa de cintura, de maquillaje y de escote, saber dar la mejor versión de una misma a preguntas impertinentes de periodistas o de sectores de la sociedad que te señala como virus maligno y contagioso…y todo esto acompañado de una actitud de seguridad en mi misma, de confianza, actitud positiva, luchadora, sin permitirme ninguna duda ni ningún sollozo o melancolía que pudiera poner en peligro mi integridad en lo que había decidido que quería como mi futuro.

Seguramente, es el mismo sacrificio, incluido el económico, que el de muchas otras personas deben hacer para lograr alcanzar sus objetivos profesionales y llegar a esa cima deseada por muchos pero que, solo algunos logran alcanzar.

¡Y lo logré!

¡Alcancé mi sueño!

pero… ese sueño maravilloso, se convirtió en una profunda y terrible pesadilla.

De repente, todo se convirtió en una procesión de letrados, de intereses económicos, de crisis coyunturales, de contratos maliciosos, de estrategias con dobles intenciones …De repente, todo se puso en contra de mi.

La persona a quien confié mi entrenamiento, me traicionó por puro y particular interés económico y, me abandonó. No soportó que yo no fuera fácil de manipular. No soportó que yo tuviera dignidad que tuviera principios y valores, los mismos principios y valores que había sembrado antes para cosechar mi actitud y mi perseverancia, los mismos que me llevaron a la victoria.

De repente, todo se desvaneció. El triunfo se convirtió en la mayor gran derrota personal pues lo que podía haber sido una puerta al éxito personal y profesional no solo no fue así, sino que fumigó de cuajo mi siguiente gran objetivo. Ya no podía participar en el gran concurso universal, el que podía hacerme triunfar a nivel mundial. La empresa que me representaba, perdió el contrato que me hubiera podido hacer llegar a ese gran triunfo. “Otros” se apropiaron de esa franquicia, de la franquicia de Miss Universo y cuyos despachos están en NY …..y yo ahí, en medio de todo ese embrollo, ahí en medio de la nada…Mi pesadilla iba en aumento y cada vez mas intensa y espantosa. Caí en una profunda depresión, caí en la desesperación y en la derrota personal.

Por suerte, soy una persona afortunada puedo contar con el amor que me rodea de mi familia y amigos. Gracias a ellos y a mi carácter y personalidad, no solo conseguí salir victoriosa de esa profunda tristeza sino que además, encontré mi gran pasión, siempre había estado ahí dentro, desde muy niña pero tuvo que pasar todo esto para ser consciente de lo que verdaderamente es lo importante para mi. Siempre he sido amante de los caballos y todo esto me ha ayudado a percibir esa pasión como una profesión. A través de mi madre que es coach, descubrí lo que es el coaching de caballos. Parecía como un regalo caído del cielo. Curiosamente, lo más cercano a mi, a mi espíritu, a mi ser, hasta ese momento, no fui consciente. Hasta ese momento, no tuve la visión.

De nuevo volví a sonreír. Estaba delante de mi nuevo futuro, de una nueva ilusión.

Atrás se estaba quedando mi frustración. Ya no me importaba tanto los acontecimientos legales que se estaban desarrollando paralelamente a mi nuevo nacimiento. Estaba ahí, subida a mi caballo, dispuesta a atravesar una nueva y apasionante etapa de mi vida. Me sentía feliz con mi caballo, mi gran compañero, mi gran amigo. De repente, a principios de julio, caí del caballo. Estaba parada solo bebía agua embotellada. Sabía que eso no se debía hacer pues puede venir alguna sorpresa y cogerte desprevenida …y, así fue. De nuevo me vi en el suelo, y no solo físicamente, con el brazo totalmente retorcido. De nuevo el dolor, no podría volver a subir a un caballo, por lo menos en varios meses, esa fue la sentencia de mi cirujano. La operación de codo y los varios clavos y plaquetas que me tuvieron que poner, no me lo permitiría.

En agosto de este año, con el brazo vestido con una cédula y mirando hacia arriba del rascacielos en New York, me dije a mi misma:

¡Voy a subir

https://andreahuisgen.com/blog/63/

!

Editado por ķáяĿÌÿōŝ

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