Carmen Carchi | El Universo - Es la primera vez que visita Ecuador y ya está planificando regresar. “Quiero ir a Galápagos, a Cuenca; quiero ir a Quito”, dice a este Diario la actriz venezolana Irene Esser, quien es una de las invitadas a la elección de la Reina de Guayaquil y que pasará estos días en el Puerto Principal.

El mundo de los certámenes de belleza no es ajeno para Esser, quien en el 2011 fue elegida Miss Venezuela y al siguiente año representó a su país en Miss Universo; como tampoco le es desconocida la actuación: ella dio vida a María Teresa del Toro en la serie Bolívar, una lucha admirable, que está disponible en Netflix.

Su presencia no pasó desapercibida en la pasarela de Las Vegas (Estados Unidos), hace diez años, en Miss Universo. Con su belleza y su desenvolvimiento se colocó entre las cinco finalistas. En el veredicto final fue la segunda.

Toda esa experiencia vivida hace una década y otros momentos a lo largo de su carrera le han servido para su diario vivir, pero también para compartir. Y eso es lo que justamente hará con las candidatas a Reina de Guayaquil.

¿Qué va a considerar en el momento de calificar a las candidatas? “Soy muy honesta, muy espontánea. He visto a las chicas por las redes sociales, pero yo creo que cada concurso tiene como una meta en específico, y creo que la Reina de Guayaquil tiene una meta muy clara (...). Tiene una responsabilidad muy pesada. Tiene que ser una reina específicamente no solo guapa, no solo inteligente, sino una mujer muy responsable, que pueda asumir todo este compromiso de comprometerse con todo su reinado. No es mucho tiempo: es un año de reinado; entonces, es un trabajo”, responde.

La actriz, que actualmente está radicada en Madrid, señala que generalmente se tiene como concepto que un concurso de belleza es “algo divertido”, y afirma que lo es, que hay show. Pero más allá de esas ideas hay una responsabilidad, que es ser la portavoz no solo de la belleza, en este caso de Guayaquil, sino también el reflejo del trabajo social.

Recuerda un consejo que le dio la conductora de la gala de Miss Venezuela 2011, y es el mismo que comparte a las jóvenes; recalca que no solo se aplica a los concursos de belleza, sino a todo en la vida. Dice que siempre habrá un 50 % que “te va a amar” y otra mitad que va a criticar; y lo importante como candidata, competidora, es que ese 50 % que ofrece apoyo hay que alimentarlo, porque son los que van a estar hasta el final; y no hacer nada con la otra parte: “Ellos verán y tomarán la decisión de venirse contigo o no”, porque no se los va a poder convencer, y “tampoco está bien gastar energía en la gente que no te quiere”, sostiene.

Sobre su vivencia en Miss Universo comenta que aprendió “muchísimas cosas” no solo físicas, sino que psicológicamente aprendió a ser una mujer más madura. “Me tocó madurar mucho más rápido de lo que debería madurar una niña de 19 años. Y la verdad es que me abrió muchísimas puertas; fue una plataforma que justamente yo quería usarla para abrirme las puertas en el mundo de la actuación”, señala.

Es consciente de las críticas hacia los concursos de belleza. De algún modo le llegaron esos comentarios, y por eso decidió estudiar y profundizar más sobre el feminismo. “Realmente el feminismo tiene que ser la libertad para que la mujer haga lo que quiera. Eso es muy importante saberlo, porque todo el mundo siempre está criticando los concursos de belleza, pero son una gran plataforma para darnos a conocer como mujeres, o como mujeres que queremos estar estar en la industria del entretenimiento o en lo que queramos estar”, asegura.

Y así fue. Luego de Miss Universo participó en diez proyectos cinematográficos. Varias producciones se han visto en Ecuador: Corazón esmeralda (2014), Piel salvaje (2015) y Bolívar, una lucha admirable (2019), en donde también actuó la ecuatoriana Shany Nadán, de quien hace muy buenos comentarios. “Es maravillosa. Es mi amiga. Estuvo en México y la recibí en mi casa. Es una gran actriz. La admiro muchísimo y sé que va a dejar siempre a Ecuador en alto”, asegura.

Reglamento en Miss Universo

Con respecto a los cambios en el reglamento de Miss Universo para las aspirantes a la corona, desde la próxima edición podrán participar mujeres que están o han estado casadas, con hijos y embarazadas. Reitera: “Las mujeres tenemos que ser libres, hacer lo que queramos... ya sea trabajar en una oficina, ser periodista y cubrir la guerra o ser una miss: lo que sea, tú te tienes que sentir libre de poder hacerlo. Creo que el cambio que hizo el Miss Universo es muy importante, porque eso quiere decir que está dando una plataforma para que la mujer pueda participar pudiendo haber tenido un hijo, una carrera, haber estado casada o estar casada. Y yo creo que lo más importante también depende del concurso; que las mujeres se empoderen o cambiar un poco eso. Yo creo que está bien, porque creo que a medida del tiempo uno tiene que ir cambiando como va cambiando el mundo; después de la pandemia, yo creo que muchísimos hemos cambiado”, asegura.

Autodescubriéndose

Como a los millones de personas en el mundo, por la pandemia también tuvo que reinventarse. Dice que para ella también fue difícil laboralmente. Se encontraba en Venezuela y tenía que ir a Colombia. “Uno siempre tiene que salir a trabajar. Como actriz te pueden llamar en Ecuador, como en Argentina, como en España, hasta en China. Y es lo bueno de tener ahora estas camaritas: que podemos grabar. Ayer (el lunes) llegamos aquí, y mi mánager me llamó y me dijo que tenía un casting, que lo grabara, que era hasta ayer que lo podía enviar. Entonces, esto es lo bueno del mundo en el que vivimos”, cuenta la actriz, que estuvo radicada en México hasta octubre del año pasado.

En ese proceso de reinvención, empezó a producir, independientemente de los proyectos que puedan llegarle. Está trabajando en su película American Dream, cuya historia gira en torno al empoderamiento femenino en la sociedad. Prevé que el próximo año se inicie el rodaje de la cinta, para la cual junto con sus socios tiene planificado contar con un elenco de varias nacionalidades: argentinos, húngaros, mexicanos, venezolanos, estadounidenses, etc. El rodaje será entre México y California. Junto con su socia serán las actrices principales.

En cuanto a otras producciones, comenta que recientemente terminó de grabar la serie española El ático, una comedia cuya trama habla sobre la crítica entre mujeres y cuyo mensaje será fomentar el apoyo en el género. Es una producción independiente. “Se va a vender a la plataforma que se enamore del proyecto (...). Es hecha con el artista español Domingo Zapata (...). La productora Pilar Cano está moviéndose para llevar este proyecto editado a las plataformas que ella piense que sean mejores”, señala.

Arte digital en metaverso

Próximamente presentará su primera colección de arte digital en metaverso. “Todavía estoy aprendiendo del metaverso, pero tengo un equipo maravilloso que me está ayudando con todo esto. Yo lo que hago es crear el arte digital”, explica.

Según la actriz, la colección, que se denominará Simpatía, va de mujeres de todos los continentes del mundo con colores específicos y con una técnica propia que no ha sido expuesta. En noviembre prevé dar a conocer las obras a propósito de su cumpleaños 31.

Otras facetas

Actualmente está realizando un curso de escritura con Jevas, una organización de mujeres cineastas. En uno de los talleres la llevaron a realizar un ejercicio y a reflexionar que aquella joven del 2012 deseaba lo que le ha pasado en todo este tiempo. “Me dije a mí misma: ‘¡Qué orgullosa me siento!’; que pasaron diez años y estoy en donde quería estar. He pasado cosas muy difíciles, maravillosas. He estado arriba, abajo. He estado muy popular; de repente, la gente se ha olvidado de mí. He pasado muchísimas cosas como mujer, como profesional, y fue así. ¡Qué bien me siento!; que pasaron diez años y me siento bien conmigo misma”, resalta.

En esta parte del amor, ¿cómo se encuentra Irene? “Muy feliz”, contesta. Al ser consultada sobre cómo va con el actor Iván Sánchez, sonriente, responde: “Lo único que te voy a decir es que estamos muy felices y nos gusta tener nuestra vida personal en privado. Pero estamos muy bien, muy felices”.

Sobre la situación de su país, comenta que en la parte económica sabe lo que está ocurriendo porque tiene un fábrica de chocolates, y es complicado, “porque todo el tiempo está cambiando en la economía”. “Me refiero a la inflación”, dice.

“Mi mamá y mi hermano viven ahí, cosa que me vulnera muchísimo. Pero, como grandes luchadores, siguen ahí; no se quieren ir, porque apuestan a un cambio, y para mí eso también tiene muchísima valentía”, afirma.

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